dilluns, 13 d’agost del 2018

La brisa

La brisa marina me golpea en la cara y revuelve mi pelo. Gracias a esto, puedo relajarme un poco de la rutina estresante mientras me mece el viento. Las gaviotas también se dejan mecer, suspendiéndose en el vacío con las alas abiertas. Si una de ellas sube más alto, verá  una macedonia de colores a la orilla del mar. Sombrillas, cubos, toallas, bikinis, gorras... Todo un conjunto de elementos veraniegos que han encontrado su lugar en el momento preciso.

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